miércoles, 12 de marzo de 2014

You're my reflektor. You, in the other side.

El otoño duró lo que tarda en llegar el invierno y aquí estamos, al borde de la primavera que la sangre altera. ¡Hola, bienvenidos a 2014, el año del que nadie espera nada! Esperemos que justo por eso nos sorprenda un poco porque si no, menudo coñazo.

2014 está siendo un poco como la cuarta temporada de Breaking Bad, que estás ahí esperando y esperando a que pase algo pero de momento (capítulo 6/12 de marzo), nada de nada. Y mira que yo le pongo ganas, ¿eh? Pero nada. La única razón por la que sigo viéndola es porque todo el mundo me ha dicho que es la hostia pero a mí, en el fondo, me está empezando a aburrir un poco y me planteo incluso abandonarla... Lo que pasa es que no hay cojones a soportar el "qué dirán", y así me va...

A todo esto, el post de hoy viene porque esta noche he vuelto a soñar con este señor:


Esperad un momento, que os pongo al día:
1. Este señor, para el que no lo sepa, es Win Buttler, líder del grupo canadiense Arcade Fire junto a su mujercita Régine Chassange.

2. Este señor representa para mí todo lo bueno de lo que un ser humano es capaz. Es la esperanza blanca, una razón (hay alguna más, pero no muchas) por la que no mandarlo todo a la mierda, es el orgullo de mi generación (nacido en 1980 como Dios manda).

3. Arcade Fire es, en mi opinión, el MEJOR PUTO GRUPO DEL MOMENTO. Así, sin tapujos, sin matices, sin peros, sin dudas, sin hostias.

4. Arcade Fire vienen a España en mayo y yo voy a estar ahí, dándolo todo, con los pelos como escarpias y el corazón en un puño, con la lágrima al borde del desbordamiento y los sentimientos a flor de piel. Será como un eclipse de sol, un acontecimiento cósmico único en el que dejaré todo mi ser, todo mi amor, a la vista de cualquiera. No es algo que suela suceder muy a menudo esto de exhibirme, pero la ocasión lo merece. Vestiré mis mejores galas y me pondré la más radiante de mis sonrisas para comerme con los ojos a este señor que se cuela en mis sueños y me hace vivir por las noches todo lo que no vivo durante el día.

5. Estos últimos meses he estado un poco "inquieta", digamos... Un poco nerviosa (más de lo habitual). Un poco como con ansiedad y estas mierdas. Empecé a ir al psiquiatra y a tomar pastillas pero me dejaban un poco gilipollas (más de lo habitual) y cambié de estrategia: me busqué un psicólogo; bueno, una psicóloga. A lo mejor está leyendo estas líneas y todo porque le dí la dirección del blog para que pudiéramos saltarnos los preliminares e ir directamente a la chicha. La verdad es que me ayudó mucho a organizar mi cabecita y poner andamios al caos en el que se había convertido mi psique pero el nudo en el estómago seguía ahí así que fui más allá y puse el modo "from lost to the river": contacté con un acupuntor que había en mi barrio, al ladito de casa, mira tú qué casualidad.

Asín es, un acupuntor. Esto debió ser como la primera o segunda semana del año así que se puede decir que empecé 2014 con actitud regeneradora. La criatura resultó ser un chico de mi edad con un par de carreras universitarias de ciencias al que un día se le inflaron las gónadas y lo dejó todo para dedicarse a dar paz, luz y armonía al prójimo, por lo cual yo le estoy MUY agradecida.

Empezamos con recomendaciones de tipo alimentario como cenar siempre verdura, puré o caldito y más bien poco. Ahí estoy, intentando seguir las reglas día a día. Me cuesta un poco pero, por lo general, lo consigo. Los findes quedan excluidos, of course.

También hablamos, hablamos mucho. De análisis y sentimientos, de los hemisferios cerebrales, de los vicios posturales, de que tengo que doblar más las rodillas y echar el cuello hacia atrás y meter el ombligo y juntar los omóplatos y que cuando lo haga intente pensar en algo que me cabrea o preocupa y que si lo consigo me invita a una caña porque sabe que es imposible, que no puedo, que en esa postura todo me la pela, todo pierde importancia y los nervios de mi estómago desaparecen. Es maravilloso. Tengo súperpoderes!!!

Otro de los consejos que me ha dado "el acupuntor" es que apunte los sueños, que tenga una libreta encima de la mesilla para que cada mañana, al despertarme, apunte lo que he soñado. Lo hice, empecé a hacerlo y tengo una preciosa libreta con apuntes tan surrealistas que hasta el mismísimo Dalí se quedaría loco pero el otro día pensé "joder, aquí hay mandanga de la buena para el blog" y es por ello, oye, que estamos aquí right here, right now, hablando de Win Buttler y de cómo nos amábamos y del cabreo monumental de Las Ventas de su mujer al percatarse del asunto y de lo reales y puros y eternos que eran nuestros sentimientos y del susto que me he llevado al despertarme esta mañana y darme cuenta de que van dos veces que sueño con él en términos parecidos y de lo rara que me siento hoy "echándole de menos" y echando de menos esa intimidad tan nuestra que lo era todo hace escasamente 3 horas y que se ha esfumado en un segundo a toque de despertador y de que hoy solo quiero escuchar su voz porque, de verdad, le echo de menos...



Tantos sueños y tan vívidos me hacen plantearme de dónde sale semejante torrente creativo. ¿Será que me aburro tanto últimamente que mi subconsciente me brinda la oportunidad de tener un poco de vidilla aunque sea en un universo paralelo? Lo que está claro es que necesito MAR-CHA. Se me había ido tanto de las manos a finales de verano que me he convertido en la niña buena que no soy y claro, me aburro. No puede ser! Tengo que encontrar el término medio porque si bien es verdad que últimamente salgo muy poco, las pocas veces que he salido (3) la he liado parda (3 de 3) y eso tampoco puede ser.

La temporada alta está otra vez a la vuelta de la esquina y tengo que estar preparada. TRES... DOS... UNO... READY... STEADY... GO!!!!

lunes, 23 de septiembre de 2013

Estado provisional




Me ha costado más de una semana escribir esto. Días ordenando mis ideas y, sobre todo, mis sentimientos. Aún no he conseguido averiguar por qué, después de casi 10 años, me sigues afectando así. No lo entiendo. Pero lo que sí he comprendido en estos 8 o 9 días es que tengo asumido que nunca lo voy a entender, no hay respuesta. Sé que has sido la Historia de Amor con mayúsculas de mi vida y que tu desaparición, tu deserción más bien, es lo más triste que me ha sucedido jamás pero he aprendido a vivir con ello. Es un gran paso, a mi parecer.

Tampoco llego a entender cómo es posible que nos cruzáramos de esa manera, cara a cara, de sopetón, de frente y sin frenos, entre 25.000 personas. VEINTICINCOMIL PERSONAS y nuestros caminos se tuvieron que cruzar sin remedio. Tiene cojones, el destino. Me cago en el destino.

Lo supe desde el minuto uno. Te vi cuando salías del Metro con un amigo y lo supe. Fijo que me lo encuentro. Varias horas más tarde, tras ingerir compulsivamente tres o cuatro litros de cerveza para calmar los nervios y la ansiedad, sucedió. En el peor momento. O en el mejor, no lo sé. Cuando ya la noche lo cubría todo con su manto de invisibilidad y anonimato, cuando ya se me había casi olvidado que estábamos en el mismo lugar y en el mismo tiempo, cuando las posibilidades de verte parecían remotas, te vi. Bueno, más bien me viste tú a mí. Y te lanzaste a por mí como un niño pequeño se avalanza sobre un cachorrito asustado que no sabe qué está pasando y que no entiende el por qué de tantos achuchones y tantos abrazos desmedidos que, en realidad, le hacen daño, daño físico. Ya lo decía Ian Curtis "Love will tear us appart".

Y eras tú, siempre tú. Con tu sonrisa de niño travieso que juega y disfruta sin mesura y sin pensar en las consecuencias. Era tu boca, la que tanto me besaba. Y eran tus ojos chispeantes y felices de verme. Se te caía la baba. Se te iba la vida. Y a mí...? Más.

Al principio el shock no me dejaba pensar con claridad. Te miraba atónita y te sonreía y tú me sonreías y parecíamos dos idiotas que habíamos dejado pasar la oportunidad de ser felices juntos sin saber muy bien por qué. Nos preguntábamos qué había pasado, por qué no había funcionado si estaba claro que hacíamos un fabuloso equipo. Empezamos a hablar de los viejos tiempos, de los conciertos a los que fuimos y lo bien que lo pasábamos, de los viejos amigos, de los viajes... Y entonces algo cambió, yo cambié. Algún tipo de mecanismo de salvación hizo clic en mi cabeza y todo lo que habían sido sonrisas y miradas cómplices se volvieron reproches y malas contestaciones. Tu amigo flipaba. Mi amiga flipaba. Yo no podía parar y tú, en un alarde de madurez (por los cojones) te largaste dejándome con la palabra en la boca. Qué bonito. Es muy de tu estilo eso de largarte, no te lo voy a negar, pero de veras pensaba que te dignarías a darme algún tipo de respuesta, una explicación largo esperada, una réplica a mi monólogo que calmara estos 10 años de angustias y desvelos al perder lo que todo el mundo busca: la conexión total con otra persona.

Y allí me volví a quedar yo, sola, flipando en colores. Fue tan breve nuestro encuentro que a veces me pregunto si fue verdad o solo lo he soñado. Iba un poco pedo, tú me entiendes. Y más que me puse después, gritando a voces que alguien me diera droga para terminar de dar el toque químico-surrealista a la noche.

Al día siguiente me quería morir. Me sentía horriblemente culpable por lo que te había hecho. Cómo se me había ocurrido decirte todo aquello... A tí! Al amor de mi vida, a la persona que más he echado de menos, al que me robó el corazón y la cordura, al que me hizo coger un avión y tardar dos años en volver... No me lo podía creer. En mi interior solo se oía "Perdóname... perdóname, por favor, perdóname. Vuelve conmigo. Seamos felices. Hazme el amor." Y lloraba. A borbotones. Desde el mismísimo centro del universo me salían las lágrimas y los sollozos hasta que me quedé dormida en brazos de Verónica (GRACIAS).

La tristeza se instaló en mi día a día y tenía pinta de que iba a quedarse un rato. Vuelta atrás, como los cangrejos. ¿Será posible que no he aprendido nada en 10 años? ¿Cómo puede ser que después de tanto tiempo y tanta vida vuelva al punto de partida? ¿Es que soy gilipollas o qué me pasa? Y te escribí, necesitaba hacerlo. Necesitaba hablar contigo desesperadamente para pedirte perdón: no había sido ni el momento ni el lugar ni la forma de decirte todo aquello pero, qué quieres, es lo que pasa cuando te callas algo tan gordo tanto tiempo, que al final sale por donde menos te lo esperas.

Aún así, tras una semana, he conseguido calmarme y hasta sonreír. No pienso dejar que me arruines la vida otra vez. No me da la gana. NO ME DA LA GANA, ME OYES! La clave de todo la tengo yo en esta cabecita loca que no para de centrifugar así que le voy a echar un par de huevos y voy a seguir con mi vida como si tal cosa porque me he dado cuenta de que si bien la forma no fue la adecuada, el fondo sí lo era. Te lo tendría que haber dicho en su momento, es cierto, pero era joven y me tenías tan flipada que lo último que se me pasaba por la cabeza era echarte algo en cara, montarte un numerito; yo solo quería que volvieras conmigo. Y el caso es que lo hiciste! Menos de un mes tardaste en llamarme para volver a mi lado, para decirme que no soportabas la idea de no tenerme cerca, que me echabas de menos infinito y que no querías vivir así, que no querías hacerme daño. Creo que nunca he tardado menos tiempo en cruzar la ciudad que aquella tarde de sábado fría y lluviosa, desagradable como ella sola, para meterme de nuevo entre tus brazos y bajo tus sábanas. Pero me la volviste a jugar. Lo volviste a hacer. Volviste a desaparecer sin dejar rastro. ¿Cómo se puede pasar de llamar a una persona 7 veces al día solo para oír su voz y decirle que la quieres al silencio absoluto de una fosa abisal? Así de profunda fue mi caida, miles de kilómetros bajo mis pies.

Creo que nunca supiste lo que eras para mí o si lo supiste, no lo quisiste entender. Nos veíamos de forma casual en bares y conciertos, por la calle, hasta fuimos juntos a un festival! Y todo porque solo con tenerte cerca yo era feliz. Debería haberte cogido por la solapa y haberte preguntado a gritos qué tipo de hijo de puta le hace eso a la persona que quiere (o que dice que quiere, ya hasta lo dudo) pero entonces te habría perdido para siempre y eso no lo habría podido soportar.

Recuerdo el día de mi despedida antes de irme a Francia. Convoqué a todos mis amigos a tomar unas cañas en La Latina para decirles "Hasta pronto, os echaré de menos" y tú viniste también. Cinco minutos, para ser más exactos. Nunca te gustaron mis amigos. Aún hoy me pregunto por qué. Cinco minutos de incómodas miradas y yermos intentos de contacto físico, caricias perdidas en el fondo de un bar. Estuve toda la noche pendiente del teléfono por si llamabas, para decirte dónde estaba y que vinieras por fin a buscarme. Pero lo que sucedió fue lo siguiente; te lo cuento porque me imagino que no te acordarás. Estuvimos toda la noche jugando al ratón y al gato: yo me iba de un bar y tú llegabas, íbamos donde estabas tú y te acababas de marchar. Así tres o cuatro veces hasta que me harté. Guardé el teléfono en el bolso, muy cerquita de mi resignación y de la poca dignidad que me quedaba, y decidí emborracharme y pasármelo pirata con mis amigos. Fue una de las noches más divertidas que recuerdo. Se nos hizo de día y nos fuimos a desayunar a un cutre-bar de la calle Arenal. De camino íbamos cantando viejas canciones heavys españolas agarrados los unos a los otros como si la felicidad fuera eso. David me abrazaba con fuerza y me decía una y otra vez "No te vayas... Marita, no te vayas". Tiene gracia que las palabras adecuadas vengan casi siempre de la persona que no esperas. Entonces sonó el teléfono y adivina quién era... Eras tú, borracho, puesto, yo qué sé, hasta el culo. "Necesitaba oír tu voz". Habían pasado muchos meses desde la última vez que me habías dicho algo parecido. "Estoy viendo amanecer desde la terraza de unos amigos y no puedo parar de pensar en ti. Ven, por favor. Ven. Te necesito aquí. Te quiero." Eso fue el remate. Por supuesto, no fui. No se me pasó ni por la cabeza darte ese gusto. Hay que tener valor para pedirme algo semejante.

Horas más tarde cogí un avión acojonada y llorosa, temblando, con el corazón hecho trizas y muerta de miedo. Los que vinieron detrás fueron los dos mejores años de mi vida. Gracias, al menos, por eso.

A ver si al final va a ser verdad aquello de que todo en esta vida sucede por algo... Porque eres muy tonto, por ejemplo. 

sábado, 9 de marzo de 2013

Feliz día de la mujer


- Tronca, me parece surrealista.
Le dijo a su mejor amiga mientras sonaba una canción de los Smiths.
- Si no lo pilla después de esto es que es un poco lerdo... O no lo quiere ver. Si eso le hago un dibujo!
Y es que nunca es sencillo, el amor. La sutileza se diluye con las prisas y todo se vuelve urgente después de una experiencia tan traumática como la que había vivido hacía un año por esas fechas.

Muchos meses en el hospital, mucho dolor, mucha anestesia general que, en su opinión, le había dejado el cerebro "un poco tocado" y la sensación de que hay que tomarse la vida de otra manera, más de cara, más directa, sin rodeos. No sabemos lo que vamos a durar. Es un "last minute" constante que acucia y aprieta a tomar las riendas del asunto sin dejar nada para mañana.

Pero no lloraba por eso. Si antes de ingresar en el hospital siempre había sido una chica muy práctica, muy de ciencias, ahora lo era más. Por eso no entendía esos lloros sin venir a cuento, esas taquicardias. Empezaron un día cualquiera, al salir del trabajo. Ni si quiera había sido un día especialmente tenso en la oficina, no más que los demás, al menos. Pero salió de allí con un nudo en la garganta y unas irrefrenables ganas de llorar sin saber muy bien por qué. Ni la música a todo volumen de sus auriculares ni las conversaciones telefónicas con su mejor amiga le fueron de mucha ayuda. Solo una hora de clase de baile logró calmar un poco la tormenta que se avecinaba.

Cuando salió de clase se sentía tan feliz, tan llena de fuerza y esperanza, que empezó a pensar si no se estaba volviendo un poco bipolar.
- ¿Me estaré volviendo un poco bipolar?
Se preguntaba mientras volvía de clase a casa en el autobus siguiendo el ritmo que marcaban sus auriculares con los pies y casi con el cuerpo entero, con ganas de ponerse a bailar allí mismo, en medio del 34, y de gritar y de saltar y de cantar en voz alta alguna canción de Florence and the machine.

No le duró mucho aquella sensación. Llevaba toda la semana "poco fina" psicológicamente hablando y es que llevaba desde el fin de semana anterior haciéndose ilusiones respecto al fin de semana siguiente. Un buen concierto, un gran acontecimiento musical y él iba a ir también. Por fin! Una ocasión para verle fuera de su fortaleza carabanchelera de la que no salía ni con agua caliente. Qué cruel es el cerebro cuando se pone, qué invento del demonio eso de la imaginación y de hacerse ilusiones. Pasaba las noches inventando cien situaciones distintas de cómo sería aquel concierto. Las conversaciones que tendrían, las miradas, los bailes, los roces, el contacto accidental a causa de la gran acumulación de gente, las palabras al oído por el volumen atronador de la música, la serotonina (sintética y natural) corriendo desbocada por el torrente sanguíneo... Todo ello para desembocar en un único y mágico momento, el beso. El primer beso, tierno pero con la fuerza de las ganas contenidas durante tantos meses. Luego se dormía y soñaba con cualquier chorrada sin importancia que olvidaba el instante siguiente a que sonara el despertador.

La semana fluía lenta pero segura de su victoria. Un día tras otro, implacable en su avance sin posibilidad de retroceso. Martes: hay partido del Madrid. Miércoles: clase de baile otra vez. Jueves: hay que hacer la compra. Y no estaría mal ponerse a planchar. Como no lo haga pronto, un día de estos no le va a quedar ropa limpia que ponerse. Viernes: visita familiar. Por Dios, que llegue ya el sábado.
- ¿¡Es que no va a llegar nunca el sábado o qué!?

Viernes por la noche: peli.
- ¿Qué vemos?
- No sé, lo que tú quieras.

Llevaban solo cinco meses compartiendo piso pero el acople entre ellas había sido tán fácil que parecía que hubieran sido "roomies" toda la vida, mejor que dos hermanas. El apartamento era precioso, con mucha luz, y el barrio invitaba a encerrarse en la calle todo el rato: bares, restaurantes, cafeterías, un gran parque a la orilla del río por el que pasear (ojalá llegara pronto el buen tiempo!), el rastro los domingos, la latina a tiro de piedra, lavapies al lado...

- Me han pasado unas cuantas pelis esta mañana. A mí me apetece mucho ver Lo Imposible.
- Pffff... Me han dicho que es un poco hardcore. Yo prefiero ver Argo.
- ¿Esa de qué va?
- De política.
- Uf! Paso, paso.
- Bueeeeeno, veeeeeenga, pon Lo Imposible...
Siempre acababa cediendo. En realidad le daba bastante igual qué ver en la tele. Había estado cuatro años viviendo sola en un pisito antes de mudarse con su mejor amiga y se sentía tan bien con la compañía, tan a gusto, que lo demás le daba igual.

Según iba avanzando la película, iba notando aquel nudo haciéndose cada vez más y más grande. Sabía que estaba ahí, lo llevaba notando toda la semana, pero estaba segura de que en aquel momento estaba a punto de explotar. Un reencuentro por allí, una lagrimita por allá, un niño que se pierde entre los restos del tsunami, un papi que lo encuentra y lo abraza, el niño sonríe, la madre las pasa putas, su hijo que se porta como un valiente, un trozo de carne por allí, un quirófano por allá, una infección de caballo que casi se la lleva para el otro barrio.... Puto J.A. Bayona!! Fue terminar la peli y empezar a llorar sin remedio, todo uno.

Le escocían los ojos. Su piel estaba irratada como si llevara llorando un mes. Ya lo había notado durante la semana. Se echaba crema hidratante a diario y, sin embargo, tenía la piel de alrededor de los ojos casi al rojo vivo. Al principio pensó que sería algún tipo de reacción alérgica a algún alimento pero hacía mucho tiempo que no probaba la fruta ni nada que le diera alergia... Se pasó la semana echándose crema como si no hubiera un mañana y sintiendo el escozor correspondiente al ponerse en contacto la crema con la piel. Si duele es que se está curando, ¿no? Pues eso. Pero no era solo el escozor. Durante toda la semana había tenido los ojos pequeñitos, no era capaz de abrirlos del todo. Tenía los ojos pequeñitos y tristes, como después de haber llorado. Se llegó incluso a preguntar si no había estado llorando por las noches, dormida, y por eso se le habían irritado tanto los párpados... ¿Sería eso posible?

Después del berrinche, un vaso de leche y a la cama. Eran las dos de la madrugada. Mientras esperaba a quedarse dormida pensaba en lo absurdo de pasarlo mal por amor cuando hay cosas tan importantes en la vida como la propia vida, la propia supervivencia. ¡Hay que estar gilipollas! Se acabó. Si me quiere, aquí me tiene. Si no, que le den por culo. Que venga él a buscarme. ¿Pero qué es esto? Yo ya paso. Y se quedó dormida... La putada es que esa noche sí que soñó con él. Soñó con él  pero de verdad. Era la primera vez que soñaba con él.

Era la noche del concierto. Había mucha gente y poca luz. La música sonaba altísima y se miraban y sonreían al bailar. Como siempre, el resto de la gente había hecho bomba de humo y se había alejado "casualmente" dejándolos a solas. Joder, parecía que lo hacían a propósito... ¿o era cosa suya? Siempre había tenido la sensación de que él la buscaba todo el rato pero no se atrevía asegurar que fuera verdad o que su subconsciente le estuviera haciendo una jugarreta de las suyas... Ay, el subconsciente. Menudo hijo de la gran puta! Se acabó el concierto y todos iban caminando por la calle hasta el punto en que sus caminos se dividían. Eran las mil de la mañana y cada uno se iba a su casa. Dos besos, mañana hablamos, sí, ha sido genial, qué risa tía, vaya pedo... Entonces le toca el turno a él. Como siempre, se despiden con un breve abrazo y ella le pone la mano en la nuca como gesto de "intimidad-en-un-segundo" intentando darle entender que.... a ver si se pispa de que.... en fin, de que le gusta, coño! Entonces, inesperadamente, él la abraza con más fuerza de lo habiatual y le dice al oído algo así como "tía, eres genial; eres mi mejor amiga" y le mete la cabeza en el hueco del hombro y aspira con fuerza su olor como para llevárselo puesto. En ese momento, más inesperadamente todavía, él busca su boca hasta que la encuentra y se besan sin miedo pero temblando, los dos, delante de todo el mundo. Al principio silencio, luego incredulidad, más tarde aplausos y vítores. ¡Ya era hora, joder! - Gritan todos entre carcajadas y plas, plas, plas.

Se despertó al instante. Casi dio un brinco en la cama. Taquicardia. El corazón a toda hostia, pum-pum, pum-pum, inundaba con su latido toda la habitación.
- ¡Tiene cojones!
Respira hondo y cálmate. Solo ha sido un sueño.
- ¡Su puta madre!

Eran las ocho y media de la mañana del sábado. Pues qué bien; ahora va a volver a dormirse Rita la Cantaora. No sabía cuándo había sido la última vez que había sentido algo así por alguien pero sí sabía que durante los años de "sequía" se había autoconvencido de que ese era el fin, de que su vida sería ya siempre así y que, en el fondo, era guay.
- Sufrir por amor... ¡Venga hombre! Dejar de ser tú misma, dejar de hacer las cosas que quieres, no desarrollarte plenamente como persona, supeditar tu vida a la de otro... ¡Menudo atraso!
- El amor... sí claro, y qué más... Los Reyes Magos, ¿no? Jajajaja!
Etc, etc, etc...

Y así iban pasando las horas en la cama una soleada mañana de sábado.
- ¿Y qué hago yo ahora con esto, con este sentimiento? ¿Lo sepulto bajo un montón de tierra y me olvido o le doy alas y me tiro a la piscina?
La movida estaba en que ella no sabía qué sentía él. Y claro, así no se puede...

Taquicárdica perdida, al no haber sabido nada de él en toda la semana y viendo que se acercaba la hora del concierto y aún no sabía si él vendría seguro o no, le escribió el típico whastapp "from lost to the river".
- ¡Hola tronqui! ¿Qué tal?
- Hola. Bien, ¿y tú?
- Bien. Vistiéndome para salir a dar un voltio.
- Muy bien. Yo de cañas con amigos.
- Guay. Oye, ¿esta noche qué? Algunos se nos han caído del cartel pero el plan sigue adelante según lo esperado.
- Creo que yo también causo baja.
MAL.
- ¿Y eso? ¿Por qué? Vente aunque sea al previo y luego ya ves...
- Bueno, no sé, me lo pienso y luego te digo algo.
- Ok, tronx. Dicho queda. El caso es que el miércoles me voy de viaje y no voy a estar "disponible" en algo así como un mes. En fin, que me gustaría verte antes, vaya... Que muá!
BLANCO Y EN BOTELLA.....!?!?
- ¡Hostia! Sí, estaría guay. Pásalo bien.


- ¿¡ P E R D O N A !? "Estaría guay"!? "Pásalo bien"!? En qué quedamos!?!? Luego dicen que las tías estamos locas, no te jode!

Y el caso es que no le había sentado tan mal. Por lo menos ya podía "descansar" y tomárselo con calma. Vale, no viene, relax. Por eso aún entendía menos qué coño hacía el nudo aún encaramado a su garganta como un bebé koala con miedo a las alturas. Oooootra vez a llorar......!! Pues qué bien, qué finde más ameno. Eso de haber dejado de tomarse la píldora y de volver a tener "súper poderes femeninos" la estaba volviendo un poco loca. Sería eso, ¿no? Sería la píldora, ¿verdad? Porque si no, es que se estaba volviendo loca de verdad...

Decidió desvestirse. Estaba a punto de salir por la puerta para disfrutar del soleado sábado pero no pudo hacerlo. Pijama, manta y sofá. A ver qué hay en el YOMVI. Luego bajo al súper a por hielos y ginebra. El plan sigue según lo esperado. Esta noche concierto. No sé cómo lo voy a hacer para quitarme esta cara de pena y hacerme los ojos grandes pero esta noche salgo "por mis huevos".

- ¿Quién te dice a ti que esta noche no vas a conocer al hombre de tu vida?
- ¡Pues eso digo yo! Luego hablamos. Voy a hablar con estos a ver qué hay que comprar.
- Vale.
- No curres mucho!
- Vale! Jejeje...
- Un besito.
- Te quiero mucho.
- Y yo.

Apaga el móvil. Enciende el iPad. Suena Midlake mientras se incia el ordenador. Hacía mucho tiempo que quería, que necesitaba escribir. Era la ocasión perfecta. La casa para ella sola. Abre Blogger y empieza a escribir...

lunes, 18 de febrero de 2013

New year. New skin.


2012 + 1. En realidad nunca fui supersticiosa pero, por-si-aca, no paso por debajo de ninguna escalera ni doy la sal en mano. Toda precaución es poca, y más dada mi trayectoria.

Así empezó el año, arriesgándome, con el corazón en un puño y el estómago encogido acojonado y acobardado en un rincón de mi cavidad interna corporal. No sé si va a ser la tónica general del año pero aún no me he desecho de esa sensación de vértigo inconsciente que me hace caminar deprisa y a un palmo del suelo, que me tiene el corazón contento y lleno de alegría, que hace que me suden las manos mientras cientos de animalitos minúsculos e imaginarios están de rave en mi interior, que me lleva de llorera en llorera como si fuera algo normal en mí.

Todo va a toda hostia y eso, la verdad, no ayuda. En un abrir y cerrar de ojos, Marzo. ¡Venga coño! El trabajo, la familia, los amigos, el amor... Todo parece ir desbocado hacia delante. ¿Qué está pasando? No lo sé y el nudo en la garganta no me deja pensar con claridad aunque, bien pensado, ¿quién necesita pensar?

El caso es que ya no estaré sola nunca más. Siempre tendré mi principito en la espalda para disfrutar juntos del silencio.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Bittersweet

Tan solo quedan unos días para que termine 2012 y aún no sé si ha sido un buen o un mal año.¿Habría habido parte buena si no hubiera existido la parte mala? La verdad es que lo dudo mucho.

Sinceramente pienso que no me habría bebido la vida tan a borbotones si no hubiera estado tan jodida la primera mitad del año. No habría roto a llorar, ni de coña, en la boda de Elena de esa forma tan desconsolada y liberadora. No es lo mismo llorar a solas que delante de ciento y pico personas que no conoces de nada; fue un exsorcismo en toda regla como lo fue el momento Alejandro Sanz en el coche camino del BBK de Bilbao. Llorar sin control, explotar sin remedio. Reacción en cadena imposible de parar aunque la vergüenza del numerito te empuje a lo más profundo de La Tierra. Inevitable, como diría Ivan Ferreiro. Y cómo será que aún me tiembla el cuerpo cuando me acuerdo de esos dos momentos vividos. Yo, la fría Mara, la insensible, la Princesa de Hielo (tócateloscojones...), llorando a moco tendido y en público! Jamás pensé que me pasaría nada parecido...

Después de febrero, marzo, abril y mayo de convalecencia, me tomé el verano como algo personal. Bilbao, Berlín, Benidorm, Sicilia, Oropesa... Uno de los mejores veranos de mi vida (el mejor?), un no parar de acontecimientos, conciertos, festivales, viajes, borracheras, abrazos, besos, resacas monumentales, aviones, trenes, coches de alquiler, maletas, mochilas, bolsas, bikinis, hoteles, cerveza caliente, vino blanco, pizza, cozze, espaguetis con erizo, italianos guapos, Etienne, Arthur, Ramón... Vero, Ana, Julián, María... Paco, Quino, Saúl... Radiohead, Suede, Placebo...

El otoño madrileño, como siempre, no defraudó. Entre concierto y concierto, mudanza. Esto sí que no me lo esperaba. Cuatro años viviendo sola y feliz, yo me veía así para el resto de mis días! Pensaba que mi casera, al morir, me dejaría el piso en herencia por cariño y tradición y viviría tranquila en soledad rodeada de familia y amigos. Pero no! Ahora vivo con Vero y no me arrepiento en absoluto de haber tomado esa decisión. No negaré que al principio me echaba para atrás y que tuve muchas dudas al respecto; no diré que no me lo pensé y lo repensé y lo retequepensé. Consulté con amigos, con mis padres y hermano, con el oráculo de Delfos, con la bola 8 de billar, con una pitonisa de la tele, con el tarot, con el horóscopo chino y con un señor de Cuenca que es muy intuitivo. Al final me lancé sin terminar de saber muy bien por qué pero... Menos mal que lo hice! Vivimos en una casa preciosa en un barrio fenomenal con todo cerca y un ambiente estupendo. Vamos a la compra, ponemos la lavadora, limpiamos lo justo, pensamos qué queremos para cenar, salimos de vez en cuando, nos dejamos notitas graciosas y nos hinchamos a ver series en amor y compañía. Es todo guay! Espero que dure muchos años, la verdad.

Ya es invierno otra vez, como el año pasado por estas fechas. Cuando miro fotos de hace un año pienso en quién me iba a decir a mí todo lo que vendría después y busco indicios de que algo horrible estaba a punto de suceder, pero no veo nada. No hay nada que indique que la tragedia está ahí, latente. We're accidents waiting to happen. Es injusto. Debería existir un sistema de aviso, como los antivirus de los ordenadores, que prevean que un ataque maligno va a llegar y te anuncien que una amenaza terrible se cierne sobre ti y te pregunten si deseas eliminarla. Y no que, estando tan tranquilos e inmersos en nuestra rutina, todo se rompa en un instante y no vuelva a ser igual que antes nunca más.

No soy capaz de hacer planes. No me tomo en serio el futuro. Sí, tengo la entrada para el BBK del año que viene, pero solo pienso que podre ir en un 30%. Según vaya pasando el tiempo, con suerte, el % irá subiendo según se vaya acercando la fecha pero tengo muy claro que algo podría suceder y que hay posibilidades de que no pueda ir. Me da igual, ya estoy acostumbrada. Volveré a caer, como tantas veces ya, y me volveré a levantar después porque a cabezona no me gana nadie y si la vida quiere ponérmelo difícil me da igual, no dejaré de dar guerra nunca.

Es la hora de comer. Voy a calentar el tupper en el microondas de la ofi y a ver un par de capítulos de Cómo Conocí a Vuestra Madre. Sonrisas aseguradas. Este es todo el futuro que os puedo adelantar.

Espero y deseo que el año que viene sigais todos conmigo y que la vida nos deje tranquilos para que podamos disfrutarla un poco ahora que somos jóvenes. Es algo que damos por hecho demasiado a menudo.

Feliz año de la buena suerte.

m.



viernes, 21 de diciembre de 2012

Ya está aquí la lista!

Pues sí! La lista de los 5 mejores conciertos de 2012, bajo mi humilde punto de vista. Y no los elijo solo por la "calidad" de los directos sino también por lo que me hicieron sentir y lo que conllevaron emocionalmente para mí, que llevo un año muy tierno yo... Jajajaja!!!

5. La Habitación Roja en el Bilbao BBK LIVE. Es probable que haya sido uno de los conciertos más divertidos de mi vida..... TAAAAAAN ADEEEEEEEENTRO!!! JAJAJAJA!!



4. Jack White en La Riviera. Dios. Nada más que añadir.

3. The Black Keys en el Palacio de los Deportes. Después de perder mi entrada para verlos en Berlín en enero, vienen también un 28 pero de noviembre a Madrid. Aún me emociono al pensar todo lo que implicaba este concierto. Bendito/maldito 2012.



2. Los Planetas en el Matadero. Y casi me los pierdo! Buah, otra vez Los Planetas. Yo paso... Joder!! El mejor concierto de Los Planetas EVER. Lagrimones.

1. Bon Iver en Vista Alegre. No se puede salir más emocionada de un concierto. Dar gracias se quedaba corto. La cosa más bonita que he visto este año, sin duda.



Me gustaría reseñar algo que me duele en el alma, y es la ausencia de Radiohead en esta lista... No son grupo de festival, lo siento, señores promotores. Y menos del cutreBBK Live de los cojones... Lo peor!? Que el año que viene vuelvo. 2013 no puede ser un mal año si hay disco y gira de Depeche Mode, amigos.

A disfrutarlo!

Menú turístico

Hoy pensaba en cuando era pequeña y algún sábado o domingo iba con mis padres y hermano a algún sitio: de compras, a ver el desfile militar del 12 de octubre, a visitar a algún familiar cuya relación con mis padres siempre me sonaba a chino (sí, mujer! es la tía Carmen! La hija del hermano pequeño de tu abuelo? Pues su prima. Estuvo en tu comunión, no te acuerdas? No.).

Mi madre me ponía guapa. Leotardos blancos, zapatos de charol, vestido con lazo a la espalda, diadema a juego... Y nos metíamos en el coche para llegar a nuestro destino. Yo siempre imaginaba que conducía e intentaba reconocer las calles por las que pasábamos y memorizar los trayectos. En la radio, siempre, música clásica o las noticias.

Pasaban las horas y sin darnos cuenta había que volver, y rápido! Madre mía, las 14h30 y no tenemos preparado nada de comer...!! OMG. No solíamos salir mucho así que lo normal era comer en casa. Mi madre es una gran cocinera y mi padre un gran comedor. Yo creo que por eso llevan tantos años juntos... Al llegar a casa, y como medida excepcional de emergencia, siempre comíamos lo mismo: menú turístico. Es decir, los restos de otros días que quedaran por la nevera y barra libre de huevos fritos con patatas. Y qué ricos sabían! Los mejores del mundo. Pan recién comprado en el horno de debajo de casa, aceite de oliva virgen extra, un choricillo para animar el cotarro y un buen par de huevos fritos con su puntillita y su pegote de sal.

Hale... buen provechito!


De Madklyn al cielo


Hace algunas semanas vino Johannes a Madrid. Viene un par de veces o tres por año, así que nunca hemos llegado a perdernos del todo la pista pero, al contrario que mi vida, la suya ha cambiado sustancialmente desde que dejamos de vivir bajo el mismo techo y en el mismo país. Para empezar, se ha casado! Mu fuerte.

No voy a entrar a valorar los asuntos del corazón. El caso es que en esta última visita, Johannes vino acompañado de su flamante, moderna y Brooklyniana esposa. Ella y yo empezamos a hablar con la incomodidad que supone saber mucho de alguien aún antes de haberle visto en persona. Se notaba que Johannes le había contado muchas cosas de mí y el no saber si se estará a la altura de las espectativas pondría nervioso a cualquiera. Además, el marido nos dejó a nosotras y a nuestros recelos a solas... Qué marrón. Y para ponerlo aún más interesante, resultó que las dos somos mujeres de armas tomar, y cuando algo así sucede, solo pueden pasar dos cosas: o bien nos saltamos a la yugular y corre la sangre o nos hacemos amigas íntimas. No hay término medio. Sucedió lo segundo.

De tan afortunado encuentro saqué en claro que no a todos los tíos les gustan las niñatas modositas (asquerosas) y un encargo para escribir un artículo para una revista americana... A que esta sí que no te la esperabas!!?!?!? Jajajaja!! Tras un par de semanas de ávida investigación, esto fue lo que salió:

MADE-IN-MADKLYN


Espero que guste!!

Muarl.

martes, 29 de mayo de 2012

All I ever wanted

 
Antes siempre me despertaba escuchando las noticias en la Ser. En realidad eran bloques de interminables anuncios interrumpidos por pequeñas islas de noticias. Ahora ya no. Ahora me pongo M80. Creo que por eso soy más feliz.

Y hoy...... Hoy ha sucedido uno de esos momentos de comunión absoluta con el cosmos y la Naturaleza, con el Universo entero.

Hoy ha sido mi primer día de trabajo tras los 4 meses de baja. No estoy recuperada del todo pero la situación económica y social no están para mucha fiesta así que, a regañadientes, he vuelto al tajo dolorida y asustada.

Ayer puse el despertador aún sabiendo que no lo iba a necesitar. Cuando tengo algo "importante" que hacer el día siguiente, una cita a la que acudir, duermo menos que un búho. Así pues, cuando el despertador ha sonado por fin para sacarme de mi baja por enfermedad, 4 meses después, ya llevaba largo rato mirando las luces del nuevo día reflejadas en el techo de mi habitación.

He cogido "el transistor" (sí, tal cual, como los abuelos en el fútbol, un transistor; lo llamo "la chicharra" de forma cariñosa) y me he metido en la ducha. Después, ha venido conmigo a la habitación para que me vistiera y luego me lo he llevado a la cocina a desyunar. Mientras desayunaba, comentaban en el programa matinal Morning80 que en Inglaterra, para celebrar los 60 años de reinado de la reina Isabel, habían hecho una encuesta en internet para que la gente votara las mejores 60 pelis de los últimos 60 años y los 60 mejores álbumes de música de los últimos 60 años. Como la lista era muy larga, han dado el Top3. En lo que a pelis se refiere, he oído nombres como el de Monty Python, Harry Potter y Trainspotting y en lo que a música se refiere, mis amados Beatles, of course, un grupo heavy estaba en el número uno (Iron Maiden?) y en segudo lugar....

En segundo lugar estaba el disco/grupo/canción favorito del director de la cadena, M80. Como director que es, se ha reservado el derecho a poner esta canción en vez de la "namber uan" y ha explicado sus razones. Según iba relatando "su historia", mi sonrisa de medio lado se iba transformando en certeza.... Tiene que ser esa..... Tiene que ser.... Cuál otra si no? No podía ser de otra manera. Hablaba de ella con una pasión y una admiración tan familiares para mí que estaba segura de que se trataba de Enjoy the Silence. Claro que sí.

Esa sensación que me ha envuelto como una oleada de felicidad no ha tenido precio. Cepillo de dientes en mano, el espejo del baño mi escenario, he cantado alto y fuerte que todo lo que siempre quise, lo que siempre necesité, está aquí, en mis brazos.

Un día 29, 4 meses después, no se me ocurre mejor forma de empezar una jornada laboral. Los pelos como escarpias. Gracias.

Enjoy the Silence

jueves, 3 de mayo de 2012

Mara y el Universo

El sol cae implacable sobre la ventana de mi habitación. Vero duerme en la cama de al lado y Chad Van Gaalen debería mecerme en sus brazos pero tengo el rabito torcido en lo que a dormir se refiere así que aprovecho para escribir ese post prometido acerca de lo feliz que soy y lo feliz que me hace y lo feliz que me siento y lo feliz que me encuentro : )

Porque aunque el año haya empezado rebelde, no me rindo. Me siento tan afortunada por tantas cosas que este bache, esta circunstancia mía, no va a conseguir hacerme caer. Tengo trabajo. Tengo salud (si no, no habría salido airosa de esta). Tengo una FAMILIA de familiares y amigos más que maravillosa. Tengo la capacidad de seguir soñando y de seguir inventando (por algo mi madre me llama Antoñita la fantástica). Tengo ganas de seguir adelante. Tengo tantas cosas por hacer...

Así que nada de lamentos. Mucho ánimo, mucha fuerza y muchas ganas de que esto acabe para seguir con mi vida como hasta ahora, con algún posible cambio de escenario, pero igual de bien.

La primavera, aunque pase de puntillas, todavía tiene que dar lo mejor de sí misma. Y el verano está a la vuelta de la esquina!! Interminables noches maquinando las vacaciones nos aguardan... A ver a quién se le ocurre la idea más descabellada. Coger un mapa como una página en blanco e ir escribiendo la ruta con las húmedas puntas de los dedos, ansiosos, drogados, ebrios de placer, con las pupilas dilatadas y los corazones contentos. He perdido la cuenta de las veces que hemos cambiado de destino... Hemos estado ya en tantos sitios con la mente!

Se me hace la boca agua de pensar en noches cálidas con mil estrellas en el cielo, rutilantes y titilantes, expectantes ante lo que pueda suceder. Aguas cristalinas, el Mediterráneo a nuestros pies y el destino de nuestro lado. El Sol, el mar, el cielo y el tiempo. No necesitamos nada más.

Promesas de un verano inolvidable como los de antaño. No será por falta de ganas de vivir.