domingo, 30 de diciembre de 2007

no todo tiempo pasado fue mejor

es tarde... es casi el último día del año... acabo de leer un libro en el que 4 personas se conocen en la azotea de un altísimo edificio de Londres cuando todas ellas estaban a punto de suicidarse una nochevieja cualquiera... no es mi caso, tranquilos...

hace un mes y dos días que me fui de Grenoble... 32 días hace, pues, que no me río a carcajadas hasta llorar, que no me levanto, desayuno un café con un croissant y me pongo a cortar cebollas y calabacines al ritmo frenético de queen, que no abro la ventana de mi habitación para salir al balcón a mirar a la montaña, que no me siento tranquílamente en la cocina a fumarme un cigarro y beberme una copita de vino, que no cojo la bici para ir a trabajar, que no me siento delante de mi ordenador a elegir la música que sonará en mi próximo programa, que no organizo cenas multitudinarias ni fiestas con concierto de rock en el salón incluido, que no siento que la amistad puede llevarse tan, tan lejos, que no bajo a darme una vuelta por el mercado a ver qué se me antoja hoy para comer, que no voy a hacer la compra y salgo del Géant con un montón de regalos, que no le pregunto a nadie qué me pongo hoy y acabo disfrazada de Clara, que no hablo francés, que no tengo absolutamente ninguna preocupación, que no se me ocurren mil planes, mil viajes o mil cosas que hacer... hace 32 días que no paro de echaros de menos... hace 32 días que sueño con Grenoble, cada noche, y cada mañana el amanecer me arranca de vuestro lado y me trae a la ajetreada realidad de Madrid... he tardado 32 días en decorar mi habitación, en ponerle las postales que decoraban las paredes de mi habitación de Grenoble y todas las fotos vuestras que he hecho revelar, en colocar todos los recuerdos que me he guardado durante los últimos dos años (demasiados para una habitación tan pequeña)... supongo que ese ha sido el tiempo que he tardado en darme cuenta de que ésto es definitivo y de que no hay ningún avión que vaya a devolverme a mi sueño dentro de unos días...

creo que no me equivoco si digo que éste ha sido el año más largo de mi vida. hasta ahora 2005 tenía ese título pero estaba cubierto de una espesa niebla pestilente que olía como a moho... el título para 2007 está limpio y reluciente.2006 ha sido el más intenso y el menos problemático, el más tranquilo y ¿el más feliz?...puede...pero 2007 me ha hecho crecer y madurar más que ningún otro y eso es muy importante también...2007 me ha hecho lo que soy ahora mismo...

2006 acabó con la visita de Etienne a Madrid...una de las semanas más intensas de mi vida... me pasé meses soñando con aquello y, cuando por fin llegó, jamás pensé que pudiera ser tan perfecto, tan especial...fue entonces cuando nos contamos nuestros sentimientos y fue entonces cuando realmente empezó ese cariño y esa complicidad que nos ha llevado hasta donde estamos ahora, él y yo y nuestra amistad, donde nadie entiende nuestras bromas y nuestras miradas, donde nos pasamos las horas hablando de lo humano y lo divino mientras escuchamos el último disco de thurston incluso si hay micrófonos de por medio... sé que hay un montón de cosas que sólo me cuenta a mí, que sólo es capaz de hablar conmigo... sé que no fui yo la que tomó la decisión, sé que fue él el que me eligió... y con eso me basta...

2007 comenzó con un torrente de sentimientos que no supe controlar... demasiado amor para una ciudad tan pequeña... enero me parece tan lejano que me cuesta incluso recordar... creo que fue entonces cuando conocí a Anna, en un concierto de RIEN en Meylan... fue en esa época cuando empezó a salir con Johannes y cuando Etienne se puso a salir con Isa... el día que me enteré salí corriendo a los brazos de Ramón y nos pasamos la noche viendo capítulos de Padre de Familia y de IT Crowd (el mejor remedio para las hostias que te da la vida)... me hundí...teníamos un montón de planes en común, quedabamos muy a menudo (y siempre era él el que me buscaba), todo el mundo lo daba por hecho, me hice ilusiones como una tonta, subí, subí y subí y la caída me destrozó... llegó febrero y, tras un mes de malas miradas y situaciones incómodas, quedamos para hablar... ni que decir tiene que lo arreglamos... fue la noche anterior a mi viaje a Roma con Ramón y con Arthur... salimos del invierno y nos soltaron de sopetón en la cálida y soleada Roma preprimaveral y mi corazoncito, escondido como estaba en un rincón, empezó a desdoblarse y a salir de su escondite al calorcito de la gente y las plazas y las flores y los chicos guapos y las risas y el arte y los capuccinos y los helados y la pizza y las gafas de diseño y los autos locos...

la primavera también llegó temprano a Grenoble, nada que ver con el año anterior, y lo que recuerdo de aquella época son todo cosas agradables, nada destacable excepto que recuperé a Pablo... seguramente va a leer ésto pero, tranqui, no voy a contar nada que no sepamos todos... al principio del año universitario, cuando nos conocimos a finales de septiembre, principios de octubre, éramos inseparables... conversaciones interminables de música, cine, literatura, cómics, amor, amistad, viajes...desde el desayuno hasta la madrugada... me gustaba estar con él, tiene el sentido del humor que me hace olvidar que hay un mundo que nos rodea... y pasó que me fue gustando cada vez más, cada vez más, cada vez más, hasta que saltó la luz de alarma y me decidí a echar el freno... yo, soñadora por naturaleza y adalid de los amores imposibles, no podía dejarme llevar, esta vez no... él tiene novia y aunque no habla mucho de ella, cuando la nombra lo hace con una dulzura y una admiración que no había visto nunca... me fui de viaje... hasta hungría, tocar pared y vover y las interminables horas que pasamos en el coche me sirvieron para darle la forma definitiva a esos pensamientos que rondaban mi cabeza...saqué la conclusión que buscaba... y cuando volví a Grenoble no tuve más remedio que alejarme de él... con todo el dolor de mi corazón, claro... y se me ocurrió la idea más simple del mundo (las soluciones simples siempre son las mejores)...un clavo quita a otro clavo, no?, pues me tiré de cabeza al pequeño sentimiento que yo tenía por entoces con respecto a Etienne... y mira dónde hemos acabado... el caso es que, después de aquello, ya no hubo más desayunos ni más cañas ni más cenas con Pablo... él, como todos los demás, se dio cuenta de que algo pasaba y yo, por mi parte, tuve la buena fortuna de encontrarme de frente con Taché... cambié a Pablo por Taché pero, esta vez, no hubo ningún sentimiento que empañara nuestra amistad... le adoro y me siento muy querida por él sin ningún tipo de ambigüedad, es genial... por su parte, Pablo se lanzó de cabeza a la tentación y yo le odié por ello... por eso, hacia el final, cuando él también cayó en la cuenta de que aquello no había por dónde cogerlo, me sentí tan feliz de tenerle otra vez a mi lado sin sentimientos de por medio... pero ya era tarde... se fue en Abril... yo lloré semanas... y aún le (TE) echo de menos...

el tiempo pasaba, el año se fue despertando poco a poco y llegó el mes de Mayo...hizo mucho calor... yo curraba en el bar del eve por las tardes y en el laboratorio por las mañanas, a parte de hacer el programa de radio con Unai desde que Pablo se fue... todos iban a pasar las tardes al lago y yo, cuando salía del bar, me tiraba al sol en el jardín de mi casa... Etienne había dejado a Isa... la belle vie, quoi !... tocaba viajar... nos fuimos a Berlín !!! una semana brutal... Ramón, Taché, Esther, Arthur y yo... es la ciudad que más me ha impresionado... yo me quiero ir a vivir a Berlín !!! las ganas de dejar huella flotan en el aire... está todo por hacer y los límites los pones tú !!!...

a mitad de Mayo me cambié de casa... dejé el chalet en el campus por un apartamento de más de 200m cuadrados en pleno centro de la ciudad... compartía piso con otras 5 personas, 1 chica y 4 chicos, todos franceses, entre los que estaba Johannes... mi habitación era la más pequeña y estaba al fondo del salón, daba a la plaza de Saint Claire y le daba el sol durante todo el día... mis compañeros de piso eran geniales, una coloc tranquila (sobre todo con respecto a la anterior) que disfrutaba de botellas de vino y música tranquila en los balcones de la casa hasta que el calor se hacía soportable para meterse en la cama... era feliz...

después vino Barcelona... Fabien, David, ZoA, Laurent, Alex, Antoine, Etienne y yo... dos twingos... un apartamento en el Eixample... pase de prensa para el Primavera Sound... un amanecer en la playa... y la primera vez que me doy cuenta de que lo que había se esfumó, que mis ojos habían empezado a mirarle distinto, de que los nervios no me ponían el estómago del revés mientras dormíamos en la misma habitación... sentí que mi cuerpo, liberado de un gran peso, se elevaba ligero y limpio pero también sentí una gran tristeza, como si mi corazón se hubiera deshinchado como un gran globo rojo después de una semana al sol...

se acabó el curso, llegó el verano y llegaron las despedidas... primero Esther, luego Taché, más tarde Clara, y después me fui yo... pero no fue como el año anterior, nada que ver ! esta vez sabía que antes de que se acabara el verano volvería a mi casita y a mi sueño de eterna extranjera...

el verano pasó rápido y lento a la vez... al Summercase vino Alex... después llegaron Johannes y Anna para ir al Festival de Benicàssim... en Agosto vinieron Pepa, Arthur, Taché y Cuba para conocer Madrid en plena verbena de la Paloma y luego hubo una pequeña crisis familiar seguida de una especie de secuestro parental en Oropesa City... de allí me sacaron Clara, Jordi y Ramón... nos fuimos a disfrutar como enanos de la Costa Brava y yo me enamoré de su luz, sus gélidas aguas saladas, el surrealista sentido del humor de Dalí y los atardeceres en el Ampordà (se escribe así?), además de los desayunos con pantomaca y butifarra !!
Jordi y yo llegamos a Grenoble a finales de Agosto y entonces fue cuando empezó la cuesta abajo... demasiado tiempo libre y nadie con quien compartirlo... me asaltó la duda del "qué coño pinto yo aquí" con la carrera acabada y un trabajo de mierda en la prefecture de l'isère... Grenoble se me empezó a quedar muy pequeño... los fines de semana las paredes me comían y no podía respirar... necesitaba algo pero no sabía el qué... echaba currículums por aquí y por allí pero no me salía nada y, lo que es peor, tenía miedo de que me saliera trabajo porque eso singnificaba que me tendría que quedar en Grenoble... soñaba con Berlín, soñaba con Londres, soñaba con Montreal, soñaba con San Francisco...estaba esperando la casualidad que cambiara mi vida...

mientras tanto llegaron Lluc y Marc, dos amigos alpinistas de Jordi, y llegó Clarita a vivir en mi casa...formamos una especie de familia un poco free style pero que llenó mi vida de risas y cariño, mucho cariño, más del que nunca había recibido...

fue entonces cuando llegó la casualidad... mi amigo Luis me había pedido un favor en verano: grabar un vídeo para una presentación que tenía que hacer en el curro... él es director creativo en una agencia de publicidad... me explicó un poco por encima de qué iba el proyecto y me pareció divertido... no le creí cuando me dijo que había un puesto que le gustaría que fuera para mí... en octubre bajé a Barcelona con Jordi y Marc... Luis me llamó y me dijo que lo del trabajo iba en serio, que si estaba dispuesta a dejar Grenoble, el trabajo era mío... fui a Madrid, me contó con más detalle la propuesta, conocí al director general de la empresa y, camino a casa, lloré porque sabía que ese era el fin de Grenoble...

cuando volví a Francia nada fue como antes porque era la última vez para todo... me quedaba un mes allí y me tomé mi tiempo para despedirme de cada rincón, de cada calle, de cada plaza... pero nunca es tiempo suficiente para despedirte de la gente que quieres... ¿cómo podría decirle adiós a Etienne?, ¿cómo despedirme para siempre de mi día a día con Clara?, ¿cómo dejar de lado a mis compañeros de piso, a la gente de la radio?, ¿cómo olvidar los abrazos y besos de Marc?... imposible... aún hoy, 32 días después, es imposible...

me dejo llevar por el día a día... me paso la semana en el curro inventando mil movidas y dando forma a un poryecto que me parece genial, me divierte, me entretiene y, además, me pagan por ello... es la bomba... pero los fines de semana no hay quién me arranque de casa, de las pelis por la noche y la lectura al sol por las mañanas... no he encontrado las ganas de salir por ahí, me las debí dejar en Grenoble... ¿te importaría mucho, Clara, mirar debajo de la cama o detrás del sillón blanco del salón, a ver si las encuentras?... gracias...

cuando pienso en 2008 sólo veo una página en blanco aún por escribir... busco piso, en el centro, soleado, no muy caro, no pido más... y quiero viajar... a Granda, a Sevilla, a Zaragoza, a Barcelona, a Valencia, a Grenoble, a Berlín... y quiero hacer un buen trabajo, quiero que Luis se sienta orgulloso de mí y que no se arrepienta de haberme contratado, quiero aprender mucho y que se lleven a cabo todos los proyectos que estamos preparando... quiero recuperar la sonrisa, quiero recuperar a mis amigas y quiero recuperar mi vida...

todos los cambios asustan pero creo que éste ha sido a mejor... sólo que os echo tanto de menos que no soy capaz de verlo de una forma objetiva... a ver si el año nuevo me trae la capacidad de alegrarme por lo que tengo y dejar de pensar en que todo tiempo pasado fue mejor...

que 2008 os llene de esperanza y os cubra de sonrisas y miradas picaronas

un beso

m.

jueves, 13 de diciembre de 2007

martes, 4 de diciembre de 2007

Una pequeña canción



Me encanta, para qué os voy a decir lo contrario...

lunes, 3 de diciembre de 2007

CUANDO VENGAS A MADRÍ CHULAPAMÍA...

ya lo sé... hace la tira que no escribo y me han pasado una pila de cosas... soy un poco perra, qué le vamos a hacer...

para empezar, se acabó el mes de las últimas veces y comienza el mes de las re-primeras veces... estoy en modo "adaptación al medio que me rodea"... y, el caso es que, todo me suena pero no sé muy bien de qué... tengo una imagen borrosa de mí misma por las calles de Madrid, en sus bares, en sus salas de conciertos, pero no llego a saber al 100% si son verdaderas o sólo han sido sueños... ¿qué es lo que distingue la realidad de los sueños?

os voy a contar cómo han sido las últimas semanas en Grenoble... no me di cuenta de que me iba hasta que estaba a punto de embarcar en el avión... Clara, Ramón y Diego me llevaron al aeropuerto y, una vez allí, Marc y Lluc aparecieron por sorpresa... cuando me dejaron en el arco de seguridad me derrumbé... aún no he conseguido ponerme en pie...

la celebración de mi cumpleaños y de mi fiesta de despedida fue poco ordinaria... empezó con un concierto de rock de mis queridos RIEN en el salón de mi casa...
y siguió con litros y litros de sangría, cerveza, vino y demás bebidas espirituosas... terminó un poco rocambolescamente con un conato de pelea y un robo misterioso... hubo hasta concurso de muecas !
ha hecho mucho frío (supongo que lo sigue haciendo) pero Clara me dejó por escrito para que no se me olvide nunca que el día que me fui hacía un Sol de pelotas... sin embargo, toda la semana anterior había llovido, con la consiguiente nevada en las montañas... un domingo, Clara, Keko y yo, nos subimos a la nieve y yo supe, como por iluminación divina, que ciertos ojos azules no habían dormido solos esa noche... qué razón tenía...
pero no me importó... ¿cómo me va a importar estando rodeada de los mejores?

mi última juerga en Grenoble fue memorable... una imagen vale más que mil palabras...



después vinieron muchas despedidas... la radio, eve, el laboratorio, Grenoble...
mis compañeros de piso, mi habitación, la gente de la radio, la gente de la coloc, mis antiguas compañera de piso... y los más difíciles: Etienne...
Diego y Elisa...
Ramón y Keko...

Jordi, Lluc y Marc...

y, por supuesto, mi niña bonita, Clara...

creo que no hace falta que os diga que lo estoy pasando mal... creo que no es necesario explicar de qué forma echo de menos a Clarita, cómo me falta Jordi o de qué manera pienso en Marc y Lluc... supongo que os haréis una idea de lo que es no tener a Ramón... y, claro, imaginaréis cómo me siento respecto a Etienne... así que, como a buen entendedor pocas palabras bastan, sólo me queda decir que han sido los dos mejores años y pico de mi vida y daros las gracias por todo lo que me habéis enseñado y por todo el cariño que he recibido...

os llevo siempre conmigo, en mi pensamiento...

m.