miércoles, 26 de diciembre de 2012

Bittersweet

Tan solo quedan unos días para que termine 2012 y aún no sé si ha sido un buen o un mal año.¿Habría habido parte buena si no hubiera existido la parte mala? La verdad es que lo dudo mucho.

Sinceramente pienso que no me habría bebido la vida tan a borbotones si no hubiera estado tan jodida la primera mitad del año. No habría roto a llorar, ni de coña, en la boda de Elena de esa forma tan desconsolada y liberadora. No es lo mismo llorar a solas que delante de ciento y pico personas que no conoces de nada; fue un exsorcismo en toda regla como lo fue el momento Alejandro Sanz en el coche camino del BBK de Bilbao. Llorar sin control, explotar sin remedio. Reacción en cadena imposible de parar aunque la vergüenza del numerito te empuje a lo más profundo de La Tierra. Inevitable, como diría Ivan Ferreiro. Y cómo será que aún me tiembla el cuerpo cuando me acuerdo de esos dos momentos vividos. Yo, la fría Mara, la insensible, la Princesa de Hielo (tócateloscojones...), llorando a moco tendido y en público! Jamás pensé que me pasaría nada parecido...

Después de febrero, marzo, abril y mayo de convalecencia, me tomé el verano como algo personal. Bilbao, Berlín, Benidorm, Sicilia, Oropesa... Uno de los mejores veranos de mi vida (el mejor?), un no parar de acontecimientos, conciertos, festivales, viajes, borracheras, abrazos, besos, resacas monumentales, aviones, trenes, coches de alquiler, maletas, mochilas, bolsas, bikinis, hoteles, cerveza caliente, vino blanco, pizza, cozze, espaguetis con erizo, italianos guapos, Etienne, Arthur, Ramón... Vero, Ana, Julián, María... Paco, Quino, Saúl... Radiohead, Suede, Placebo...

El otoño madrileño, como siempre, no defraudó. Entre concierto y concierto, mudanza. Esto sí que no me lo esperaba. Cuatro años viviendo sola y feliz, yo me veía así para el resto de mis días! Pensaba que mi casera, al morir, me dejaría el piso en herencia por cariño y tradición y viviría tranquila en soledad rodeada de familia y amigos. Pero no! Ahora vivo con Vero y no me arrepiento en absoluto de haber tomado esa decisión. No negaré que al principio me echaba para atrás y que tuve muchas dudas al respecto; no diré que no me lo pensé y lo repensé y lo retequepensé. Consulté con amigos, con mis padres y hermano, con el oráculo de Delfos, con la bola 8 de billar, con una pitonisa de la tele, con el tarot, con el horóscopo chino y con un señor de Cuenca que es muy intuitivo. Al final me lancé sin terminar de saber muy bien por qué pero... Menos mal que lo hice! Vivimos en una casa preciosa en un barrio fenomenal con todo cerca y un ambiente estupendo. Vamos a la compra, ponemos la lavadora, limpiamos lo justo, pensamos qué queremos para cenar, salimos de vez en cuando, nos dejamos notitas graciosas y nos hinchamos a ver series en amor y compañía. Es todo guay! Espero que dure muchos años, la verdad.

Ya es invierno otra vez, como el año pasado por estas fechas. Cuando miro fotos de hace un año pienso en quién me iba a decir a mí todo lo que vendría después y busco indicios de que algo horrible estaba a punto de suceder, pero no veo nada. No hay nada que indique que la tragedia está ahí, latente. We're accidents waiting to happen. Es injusto. Debería existir un sistema de aviso, como los antivirus de los ordenadores, que prevean que un ataque maligno va a llegar y te anuncien que una amenaza terrible se cierne sobre ti y te pregunten si deseas eliminarla. Y no que, estando tan tranquilos e inmersos en nuestra rutina, todo se rompa en un instante y no vuelva a ser igual que antes nunca más.

No soy capaz de hacer planes. No me tomo en serio el futuro. Sí, tengo la entrada para el BBK del año que viene, pero solo pienso que podre ir en un 30%. Según vaya pasando el tiempo, con suerte, el % irá subiendo según se vaya acercando la fecha pero tengo muy claro que algo podría suceder y que hay posibilidades de que no pueda ir. Me da igual, ya estoy acostumbrada. Volveré a caer, como tantas veces ya, y me volveré a levantar después porque a cabezona no me gana nadie y si la vida quiere ponérmelo difícil me da igual, no dejaré de dar guerra nunca.

Es la hora de comer. Voy a calentar el tupper en el microondas de la ofi y a ver un par de capítulos de Cómo Conocí a Vuestra Madre. Sonrisas aseguradas. Este es todo el futuro que os puedo adelantar.

Espero y deseo que el año que viene sigais todos conmigo y que la vida nos deje tranquilos para que podamos disfrutarla un poco ahora que somos jóvenes. Es algo que damos por hecho demasiado a menudo.

Feliz año de la buena suerte.

m.



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