lunes, 25 de mayo de 2009

La bruja del Oeste


Es como si el paso del tiempo se llevara a cabo de forma sigilosa, con nocturnidad y alevosía, como el trabajo de una hormiguita laboriosa y callada... Y de repente me doy cuenta de golpe de que ya soy mayor.

Todo este tiempo había estado a mi bola pensando en el futuro, haciéndome pajas mentales, soñando con viajes espaciales, imaginando vivir en un traje de chaqueta "Armas de mujer"... solo para distraerme mientras el malvado Tiempo se deslizaba de puntillas a mis espaldas.

Vale, ya lo he pillado. Es lo que hay, bonita. Acostúmbrate.

Y ahora me veo con la misma cara de siempre pero en un decorado distinto. Un escenario de viajes de negocios y cenas de empresa. ¿La típica pesadilla de ir al cole en pijama? Pues a mí me pasa algo parecido cuando tengo que dar una charla en un congreso con mis vaqueros roídos y mis zapatillas de deporte.

¿Y la familia?
Bien, gracias.

¿Y los amigos?
No lo sé, cada día que pasa los entiendo menos.

Lanzo una pregunta al viento, a ver si el eco me contesta: A un amigo con el que se tienen algunas discrepancias, durante un período de diferencia de opiniones, ¿se le puede decir cualquier cosa? ¿Excusa la sinceridad a la crueldad? ¿Se merece que le digas todo cuanto piensas aunque le estés haciendo mucho daño? ¿Qué podría justificar el herir profundamente a un amigo de verdad?

Yo que siempre me he tenido como lenguaraz, como excesivamente sincera por necesidad, por naturaleza, me doy cuenta ahora de que hay cosas que no le pueden decir a la gente. O, por lo menos, no si tus intenciones son normalizar la situación y que las cosas vuelvan a ser, más o menos, como antes.

No, lo siento. No sé cómo gestionarlo. No termino de comprender las razones que te ha llevado a esto y, sobre todo, lo que esperabas obtener a cambio.

Entonces me veo a mí misma cargada como una mula, con las manos tan ocupadas que no puedo ni rascarme la nariz, tan hasta arriba de paquetes pesados que apenas logro ver lo que pasa por encima de ellos. ¿Qué se supone que tengo que hacer con esta carga?

Lo más gracioso del tema es que nada de lo que ocurra va a conseguir que dejéis de verme como la mala de la película...

martes, 12 de mayo de 2009

Chulapa!!

Con tanta moñería pseudo-poética de mercadillo no voy a ninguna parte, I know.

Y hablando de otro tema, hablando de cambios, hablando de barcos, me apetece dejar por aquí este estupendo vídeo de Bat For Lashes, para que disfrutéis de la canción y de la idea.



Sigo erre que erre con mis uñas rojas. También me he cortado el pelo. Estoy adelgazando (poquito a poco, nos os penséis que me voy a presentar a miss melodrama 2009).

Aún tengo miedo pero cada vez menos. Me enfado y no respiro por dejar que el pasado domine el presente y me robe el futuro. Por eso, arrugo la nariz, cierro fuerte los puños, resoplo con la boca y me digo bien alto:

- "¡¡Ya está bien!!"

Y luego, de tanto apretar, de tanto resoplar, de tanto hacer fuerza con la nariz, me mareo y caigo redonda en mis debilidades. Todo un despropósito de buenas propuestas.

Al final va a resultar que la llave la tengo yo. Lo que no acabo de entender es por qué la tengo desde hace tanto tiempo guardada en un cajón, bajo llave. Claro que, ahora, me haces dudar. No sé qué me da más miedo, si sacar la llave de su encierro o tener que volver a meterla una vez más bajo arresto.

De momento, no pensar. Mirar las nubes blancas en el cielo azul a través de mi clavel de chulapa y cruzar los dedos para no planear demasiado las cosas, no vaya a ser que luego no estén a la altura y me lleve otro berrinche tonto de los míos.

Si me dejas, te pongo un kiosco en la Gran Vía...

lunes, 11 de mayo de 2009

Con los ojos bien abiertos


No, no consigo entender qué sucede a mi alrededor. Los hechos se producen y el desenlace y las consecuencias me suenan a chino.


Algo está cambiando. Lo sé porque me he pintado las uñas de rojo y, además, me gusta.


¿Y si lo intento y sale mal? No tendré a lo que agarrarme porque, si ni siquiera lo hubiera intentado, siempre podría reprocharme que me faltaron agallas, pero así........ A ver quién es el guapo que lo admite.


La realidad se me escapa de las manos, la amistad se me diluye perdiendo intensidad, falta de definición. He perdido la referencia y, para colmo, mis pensamientos hacen tanto eco en mi cabeza que me van a perforar el tímpano de tan alto que gritan.


No, no sé lo que me ocurre. Yo que pensé que lo tenía todo bajo control..... Que todo estaba en calma........ Que solo había que dejarse llevar.......


No, no sé cómo reaccionar, no sé qué hay que hacer ni cómo.


No, no sé qué decir...