viernes, 17 de octubre de 2008

lamento triste de la niña amalgamada


hoy podría hablar de la nada
hoy podría hablar del vacío
de la ausencia
de la inerte vida
de la falta de movimiento

y sin embargo, no

algo ha cambiado...

...

...

...no, no es verdad, era sólo un reflejo en el cristal, un brillo en tu pelo, una breve mirada...
qué ilusa...

jueves, 9 de octubre de 2008

y van pasando las horas

y van pasando los días...

petit hommage

Pequeño homenaje a toda esa gente que me ha hecho sentir en casa a más de 1000 km.

sólo falta pablete... je!!

en fin, un bonito recuerdo.

martes, 7 de octubre de 2008

Amores Lesbianos y días extraños

Hoy es martes y todavía tengo la cabeza puesta en el fin de semana que ayer terminó.

El viernes, falta de una motivación concreta para salir, me quedé tranquilamente en casa disfrutando de una de las pelis más originales que he visto ultimamente: Adaptation, el ladrón de orquídeas. Si crees que "Cómo ser John Malkovich" es una rayada delirate, desternillante y esquizofrénicamente genial, estás tardando en ver esta galardonadísima película del videoclipero Spike Jonze.

Tras una noche de no-descanso y de no-dormir (hartita estoy ya de mis nervios), me levanté el sábado por la mañana con la sensación extraña de no estar donde me corresponde... ¿Qué hago yo aquí? Yo debería estar en Grenoble, ¿no? Y despertarme con el agradable olor a café recién hecho en la cocina. Abrir la ventana de mi habitación cuando el sol queda justo en frente, ver un tranvía pasar, ver gente camino del mercado, oír el ruido lejano de la tele en el salón, voces a las que poco a poco voy poniendo cara... Salir al balcón de mi habitación para que el viento helado termine de arrancar el sueño de mi cara, mirar hacia la montaña... Salir al pasillo y ver a Clara saliendo del baño, a Fabien camino de la cocina, a Bastien entrando por la puerta con su bici, a Franky tirado en el sillón viendo dibujos animados, a Severine pelando fruta en la cocina, a Früstück huyendo de Chat-Chat. La madera cruje bajo mis pies y noto el calor de las tuberías de la calefacción.... mmmmm.... "Buenos días, Clarita! ¿Qué te apetece hacer hoy?" "¿Nos vamos a la piscina con las bicis y luego hacemos algo rico de comer para nuestros hombres?" "¡Perfecto!"

Pero no, qué va, para nada... estaba sola en casa, nadie con quien hablar, nadie con quien planear, nadie con quien conspirar... desayuné, me vestí y me fui en busca de víveres. Es curioso cómo algo que normalmente todo el mundo detesta hacer, a mí, me encanta. Ir al mercado y elegir cuidadosamente un racimo de tomates olorosos y colorados pensando en la ensalada con anchoas, pasas y queso para la que van a servir o buscar cocienzudamente una marca en concreto de gel de ducha 100% natural de glicerina con aloe vera pensando en la ducha espumosa que me voy a dar al llegar a casa...

La primera parte de la tarde sirvió para reposar la comida y perder un poco más la perspectiva. "Hoy, no sé qué pasa pero, tengo una sensación de contínuo déjà-vu que no me gusta un pelo". El sol va cayendo y mi desorientación va creciendo según avanza la oscuridad. Cuando salgo de casa todo me recuerda a esas navidades en las que volvía de visita obligada a Madrid, esas navidades que pasaba entre recuerdos de una vida pasada y las ganas de largarme corriendo de allí a los brazos de Johannes, Etienne o el que fuera, pero lejos de allí, lejos de mi casa, de los olores de siempre, del metro de madrid... pero esta vez no, este sábado no fue como aquellos días de vuelta a casa por navidad. Esta vez no vengo para irme, esta vez estoy aquí para quedarme y siento como una condena, una obligación de permanecer que me viene impuesta. Y no me gusta.

Mi desorientación y yo nos dirigimos hacia el metro y el metro de madrid, que hoy va a volar más que nunca, nos va a llevar hasta universos infinitos. Concierto de Love Of Lesbian en Madrid. Llegamos un poquito tarde y ya había empezado pero eso no fue lo peor. La parte mala del asunto fue que la Moby Dick estaba a reventar y un mar de cabezas grandes, grandes me impedía llegar hasta Santi Balmes. Saltando, de puntillas, dejándome guiar por mis oídos, logré meterme en el concierto mientras intentaba olvidar el calor insoportable y el humo asqueroso presentes esa noche en la sala. Y como siempre, los pelos de punta con Domingo Astromántico. Y como siempre, Ziwa, Ziwa para el fin de fiesta, conga incluída. Pero esta vez no me fui con la tristeza inevitable de cuando algo que no quieres que termine llega a su fin, no. Me fui pensando en la segunda parte, en el concierto que me esperaba al día siguiente en La Casa Encendida.

Domingo, 10 de la mañana. Suena el despertador. Tardo algunas décimas de segundo más de lo normal en reconocer el lugar en el que me encuentro. Subo la persiana. Me vuelvo a la cama. El sol entra a borbotones por la ventana y me llena de energía. Me levanto de un brinco y enciendo el ordenador. iTunes, música, L, Love of Lesbian, Domingo Astromántico, doble clic. Subo el volumen de los altavoces y abro la ventana de par en par para que el mundo entero sepa cuánto molan los domingos. La ducha me hace sentir una persona nueva. Vámonos. Vámonos que esto está a punto de empezar.

En el pequeño auditorio de La Casa Encendida de Madrid hay un grupo de personas con cara de sueño esperando a que abran las puertas. Es curiosa la mezcla. Casi treintañeros y treintañeros con sus hijos y sus cámaras réflex digitales, aguardan el comienzo del concierto con carracas y pitos ensordecedores (en su gran mayoría, utilizados por los padres y no por los niños como cabría esperar). Cuando se apagaron las luces, empezó la magia...

El principio fue gracioso. Mirábamos a los componentes del grupo con la duda de si se habrían acostado o si vendrían de empalmada... La verdad es que no lo sé pero la voz de Santi era sospechosamente profunda... Una vez realizados los saludos y chascarrillos de rigor (analizando lo surrealista de la situación) empezó el concierto... y fue delicioso. "La parte seria del asunto", como dice Santi, no dejó en el tintero ninguna de esas canciones que me han tenido atrapada los últimos 4 años. Y después llegó la locura de Marlene, el conejo de pascua, los peces de colores y los preservativos con gafas...

Se me ha olvidado comentar que, a pesar de la cola que había cuando llegué a la puerta del auditorio, me colé como una campeona y conseguí sentarme en la segunda fila en frente del micro principal. De vez en cuando, Santi dirigía sus pequeñitos ojos azules hacia mi persona y a mí me entraban unos calores que ni que fuera Robert Redford... Es más bajito de lo que yo pensaba pero da igual. Tiene una sonrisa socarrona que me encanta y alguien capaz de escribir las letras que él escribe no tiene que hacer nada más, yo caigo rendida a sus pies...



Esta vez sí que me fui con el corazoncito tocado cuando todo acabó. Encendieron las luces de la sala y nos invitaron a todos a irnos a nuestra santa casa......

Desde entonces, cuando estoy a solas conmigo misma, no puedo evitar fantasear con encontrar alguien como él y que, encima, me quiera... Pero creo que eso ya es pedir demasiado... La suerte, caprichosa amante del destino, nunca ha estado muy por la labor de ayudarme y yo, vencida en mil batallas, he perdido la esperanza de vivir un amor sin querer morir después... ¿Es que acaso es eso posible? Definitivamente no.

sábado, 4 de octubre de 2008

video killed radio stars

ay madre mía, ay madre mía... nunca antes cundió tanto un corte de pelo y una duchita!!!!!
bueno, y una visitilla al h&m más cercano...

aquí tenéis el vídeo del nuevo single de los Kings Of Leon, Sex On Fire, que, como su propio nombre indica, va de cuando el sexo echa humo....mmmmmm!!!!
Por cierto, prestad atención a la sútil manera de subir la temperatura que el director del vídeo ha desarrollado. No sale nada obsceno, nada subidito de tono, sin embargo...... ufff, uffff, uffff...

viernes, 3 de octubre de 2008

esa cosa maravillosa llamada sexo

llega el otoño, el frío y las hojas que caen, los colores tostados y los atardeceres tempranos, llega la época de disfrutar de tu casa y no se me ocurre mejor pasatiempo hogareño que ver película tras película tras película tras película...

yo ya he puesto en práctica esta actividad. sin ir más lejos, el viernes pasado me escondí debajo de mi manta y me olvidé del resto del mundo. ví SHORTBUS, película de John Cameron Mitchell, director a su vez de mi bien amada Hedwig And The Angry Inch.

no os voy a destripar el argumento. mejor, os voy a poner los dientes largos a ver si os animáis a verla. es una delicia.