lunes, 29 de junio de 2009

El equilibrio


De vez un cuando, afortunadamente, pasan cosas buenas. Y lo mejor de que pasen cosas buenas no es que sucedan en si, ¡es que te des cuenta de ello! Estamos tan ciegos tantas veces que vemos desfilar un unicornio delante de nuestras narices y nos quedamos embobados cambiando la melodía del móvil....

Pocas veces he sido tan consciente de un hecho que cambiara mi vida para siempre. O, mejor dicho, hacía la tira de tiempo que no acontecía nada tan meridianamente palpable como el cambio que viví el martes pasado. ¿Qué será? ¿Qué será? Os estaréis preguntando...... Bueno, nada relevante, la verdad, pero a mí me parecía imposible: Aprobé el carné de conducir. Ya está, ya lo he dicho. Yuju!!

Este hecho desencadenó otro más real, más personal y más desagradable, el cual trajo tras de si otro hecho maravilloso e ilusionante como solo él sabe serlo: tengo un billete de avión a Nueva York!!! Segundo milagro de la semana. ¿Qué os parece? Desde luego hay semanas que parecen sacadas de una mediocre comedia teenager americana, eh!? Jajajaja!!

El tercer hecho increíble de la semana es el siguiente: el viernes pinché en un bar de malasaña. Lo espectacular, de nuevo, no fue que este hecho sucediera sino que no viniera ni Peter Griffin a verme.... NA-DI-E!!!! Sin comentarios.... Yo me lo pasé teta igual, todo hay que decirlo...

Y el cuarto y último hecho encantadoramente poco probable de la semana que ayer acabó es que recibí una llamada de teléfono de una de las personas más especiales que he conocido y con la cual tengo la suerte de poder seguir contando, una persona con la que hacía más de un año que no hablaba y ayer, de forma completamente inseperada, se acordó de mí y me llamó simplemente para oír mi voz al otro lado. Emocionante de verdad.

Este año, que tan adverso y rancio está resultando en muchos aspectos, parece que también me tiene reservadas algunas sorpresitas agradables. 6 meses de contrastes, encontronazos, pérdidas, ilusiones rotas, hallazgos más valiosos que el tesoro de un barco pirata y detalles de ternura infinita. Es el equilibrio. Es lo que Elena llama "la justicia cósmica". ¿Al final va a resultar que existe de verdad?

2 comentarios: