lunes, 29 de septiembre de 2008

Raindrops keep falling on my head



No sé por qué pero últimamente me cuesta más de lo habitual hablar de sentimientos. Bueno, más concretamente, de MIS sentimientos. Yo que antes me enamoraba de una mosca que pasara volando, llevo meses sin encontrar a nadie en quien pensar antes de irme a dormir. He perdido la capacidad de quedarme colgada de una sonrisa, de perder los papeles por una mirada.

¿Es grave, doctor? Pues no lo sé, la verdad. Intento pensar en ello lo menos posible y disfrutar de esta situación de reposo sentimental tan anormal en mí. Vuelco todo mi afecto en mis amigos y mi familia. Ramón ha pasado a ser fundamental en mi vida y tengo un nuevo elemento de aire fresco que me llena de orgullo y satisfacción. Bueno, más que un elemento, es una elementa...jejejeje... Elenita's power! Sin olvidar que tengo a Teto haciéndome sonreír 10 horas al día y que MariPatri cuenta conmigo más que nunca y más que muchos.

El caso es que hay veces o hay cosas que me hacen pararme en seco y reflexionar o, lo que es peor, añorar a alguien. No a alguien en concreto sino la sensación de haber alguien. Bueno, a veces sí es a alguien en concreto, pero eso es otra historia.

Este fin de semana se ha muerto Paul Newman y sólo ver esos ojos azules en todos los telediarios me ha removido por dentro. Como decía Elena, yo quiero que me paseen en bicicleta unos ojos azules... como decía la canción, y huir en autobuses y usar cruces como espadas...

Ahora que lo pienso, esa inapetencia sentimental mía no es del todo cierta. Sí que me fijo en algún tío pero, no sé por qué razón, son siempre tíos del todo inalcanzables. Así es más fácil, supongo. Del lado rock star tenemos al señor Paul Banks encabezando la lista, seguido por el guapísimo y rubísimo cantante de los Kings of Leon. Después, del lado televisivo tenemos al responsable del área de cultura de RTVE, Carlos del Amor. ¡Qué hombre! Y al corresponsal de motocilcismo tampoco le haría yo un feo. Para terminar, el sedutor del celuloide Jude Law. He dicho.

Las pelis y los libros son mis vías de escape, las historias que les suceden a otros y que yo vivo de una forma tan intensa que es como si yo fuera la protagonista. Es una forma como otra cualquiera de canalizar toda esa energía que no libero. También está la música. Esto de guardar todos los cariños para mí me hace sentir la música como nunca lo había hecho, emocionarme hasta sentir las notas tocando mi piel, la voz susurrándome al oído.
¿Suena muy raro todo esto?

En fin, como me suelo decir a mí misma, ya se me pasará. En algún momento conoceré a alguien de mirada tierna y dulce sonrisa al que le gusten los Sonic Youth que haga que mi mundo se tambalee. Seguro que tiene novia y que lo nuestro es imposible y volveré a escribir esos post tan sentidos que escribía cuando Etienne era el centro de mi vida o cuando la única verdad absoluta era que quiero un Pablo para mí solita. Mientras tanto, a seguir viviendo.

1 comentario:

  1. guapa!!! que eres más guapa!!! yo también estoy feliz de haberos encontrado....eh, en serio, al final voy a acabar creyendo en la justicia cósmica y los encuentros predestinados...

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