lunes, 26 de mayo de 2008

Azul turquesa mediterráneo

sexto día en Turquía
sol y agua

Un sol radiante vino a despertarnos el sexto día en Turquía. El azul del cielo palidecía comparado con el intenso tono azul del mar Mediterráneo que baña las costas del sur del país. Hacía tanto tiempo que no veía el mar... Qué gusto volver a sentir los rayos del sol sobre mi piel. Energía vital.

El día comenzó con un aburrido paseo por una joyería repleta de dependientes vende-motos. Un coñazo. Menos mal que nos escapamos pronto de allí y nos fuimos a hacer la fotosíntesis a las ruinas de PERGE, ciudad fundada por los hititas y que acogió durante siglos a todas las grandes civilizaciones de la historia clásica. Tanto es así que Marta, Vero y Diego se hicieron una foto en plan "rock-star helenística" que no tiene desperdicio. No fue la única del día...


Nos llevaron a comer a un bonito restaurante al aire libre al lado del mar. ¡Qué gozada! Pero la tarde se nos antojaba aburrida. Visita al museo arqueológico de Antalya. Si hubiera estado nublado y lloviendo, todavía, pero es que el día pedía a gritos un bañito tanto de agua como de sol. Hicimos la escapada del siglo, Marta, Diego, Vero y yo... bieeeeeen!!!!!

Lo primero al llegar al hotel (previo cambio de ropa -vaqueros por bikinis- a lo supermán en las pruetas giratorias) fue bajar al acantilado. A falta de playa se habían marcado una plataforma de madera con tumbonas, barra de bar, ascensor y demás lujos, en la pared del acantilado. Fue una pena porque había bandera roja y no nos pudimos bañar (tirar?) pero estuvimos largo rato disfrutando de la vista, de la brisa y de los rayos del sol.

Pero no todo fue vida contemplativa, ¡qué va! Hubo momentos para el esparcimiento y la diversión... ¡hubo momentos hasta para el delirio! O, si no, ya me contaréis a qué vienen estas fotos... ¡Parecen sacadas de un folleto turístico barato!... ¡¡¡Visite Turquía!!! O de un videoclip de factura aún más barata y pésimo estilismo... ¡¡¡Perrea, perrea!!!


en fin... sin comentarios...


Pero la tarde no había hecho más que empezar... Aprovechando que todos los demás seguían aprendiendo un montón de cosas en el museo arqueológico, nos lanzamos de cabeza y sin nigún tipo de remordimientos al hedonismo más brutal: EL BAÑO TURCO.

Empezamos abriendo bien los poros en la sauna-hammam, con un olorcito a eucalipto que ni en la fábrica de Ricola. De ahí, a la piscinita de agua fría y vuelta a empezar. Entonces pasamos al baño turco. Allí nos esperaban dos jóvenes turcos para hacernos el peeling y el masaje con jabón. A ver, ponerse en situación... peeling: guante de crin en mano y a frotar para que salgan todos los pellejillos y las cálulas muertas. Baño a cubazo limpio de agua fría. Masaje con espumita de jabón: más frotamientos. Yupi!!!

Y en ese momento, cuando uno de los turcos "magreaba" a Vero y el otro hacía lo propio con Marta, me dí cuenta de que este segundo tenía algo especial... ¿sería su peculiar forma de caminar a lo jorobado de notre dame? ¿sería su brazo chungo? ¿sería su tripa exageradamente grande comparada con el resto del cuerpo?¿sería su largo pelo moreno? ¿sus patillas? ¿sus dulces ojos azules?... sí, amigas, definitivamente tenía algo especial.

Cuando llegó mi turno, no lo dudé ni un segundo: "¡Yo, con Cuasi!"... más monoooooooo... más dulceeeeeeee... más cariñosoooooooo... buah! Hacía mucho tiempo que un tío no me trataba con tanto mimo, como si me fuera a romper... Cuando hubo terminado con su parte, me envolvió como a un bonito regalo en una toallita, me invitó a un té, y me dejó reposar los malterchos músculos en un tumbona mientras esperaba mi turno para el masaje con aceite y la mascarilla facial... ains!!

Ya pensaba que no volvería a verle cuando, terminado mi masaje y mi mascarilla, estaba yo esperando a que aquel mejunge verde se petrificara sobre mi cara y le vi venir de lejos... descojonado, claro, por el verdor de mi cara... "mira, ¡soy Shrek!", le dije, y los dos nos descojonamos alegremente mientras me iba preparando otro sabroso té turco. Me dió mucha pena irme pero así es la vida, amigas... Ya sólo me quedaba pensar en volver al baño turco al día siguiente... el que sería mi último día en Turquía...

Tras la cena, y como mandan las tradiciones, hubo mus. Vero y yo contra Harry "Antonio" Potter y nuestro pequeño Armandito, que sufrió casi más que nosotras debido al "free style" musero que practicaba su compañero. El caso es que hubo empate. La primera partida la ganaron ellos (bonitos calentones de boca que se llevó mi querida Vero) y la segunda la ganamos nosotras. Parcial de 1 a 1. Resultado total: 2 a 1 para notras. ¡OLE!

Y a la camita, que aún quedaba todo un día para disfrutar de Antalya y de nuestros maravillosos compañeros de viaje...

No hay comentarios:

Publicar un comentario