
Hace exáctamente dos semanas que me despidieron. Al principio resignación, más tarde cabreo, luego tristeza... Ahora, a otra cosa, mariposa.
Esa misma semana hice una entrevista en el trabajo de Mónica para cubrir su puesto cuando ella se vaya con Gonzalito a dar la vuelta al mundo. Se trata de un curro para bioquímicos que hablen inglés y que estén dispuestos a viajar, que sepan algo de marketing y con don de gentes. No parece tan difícil, ¿no?
Pues ya está, empiezo el 2 de febrero. Cambio número uno respecto a la vida que llevaba: cambie redacción por biotecnología.
Otro cambio vital importante, de esos que te marcan forever and ever, es que me tengo que sacar el carné de conducir. Esta misma mañana he ido a apuntarme a la autoescuela... ¡¡Temblad, temblad, malditos!! jejejeje....
¿Más cambios? He cambiado digital por analógico. He dejado la compacta en el cajón y he sacado a pasear la Holga... Resultados, próximamente en sus pantallas.
¡¡Más cambios!! Ramón se ha mudado. Sí, sí, como lo oyen. Se ha ido a vivir con mi profe de canto. ¡Ésto se parece cada vez más a una peli de Almodóvar!
Y más cambios...... esta vez, existenciales. ¿Puede acabarse una amistad igual que se acaba un amor? ¿Puede ser que la persona que mejor te conoce se vuelva una extraña para ti? ¿Será culpa mía? No tengo respuestas, lo siento. Solo siento que hace mucho tiempo algo se torció, se acabó, se agotó, se cansó de tanto esperar y ya no espera nada... Y no esperar nada de alguien es el fin.
¿Aún más? Bueno, no lo sé... Algo ha debido cambiar en mí, aunque no sé si es un cambio permanente o un permanente cambio... No me apetece viajar. ¿Es grave, doctor? Pues ni idea, chica, qué quieres que te diga...
Yo, por si acaso, voy a hacer las maletas, no vaya a ser que el viento cambie y me pille así, ¡con estos pelos!